La energía es uno de los aspectos centrales en la concepción de nuestra casa rural ecológica. Inspirados por las obras solares que ya se habían realizado en la zona, pensamos que podríamos incorporar esta energía en nuestro proyecto de rehabilitación. Mientras buscábamos un técnico local, tuvimos la fortuna de conocer a un arquitecto bioclimático, militante de las energías renovables. Fue él quien nos ayudó a entender el potencial de la energía solar y los detalles de funcionamiento de los sistemas térmico y fotovoltaico. Sobre todo, insistió en la necesidad de plantear un proyecto global coherente, combinando energía solar y combustión de leña con un esfuerzo importante en la reducción de las necesidades energéticas (aislamiento de toda la casa y selección rigurosa de los electrodomésticos y de los sistemas de iluminación).
La proximidad de la iglesia de Planès, declarada monumento nacional, hizo necesaria la integración esmerada de los paneles solares para ganar la aprobación de los responsables de los monumentos históricos. A la hora de buscar financiación, el coste añadido de los paneles provocó el rechazo de todos los bancos instalados en la zona. A través de internet, encontramos la NEF, una sociedad de inversores éticos, que financian proyectos que respetan el medio ambiente, los cuales dieron apoyo financiero al proyecto. Al final la instalación contó con 42 m2 de paneles térmicos y 32 m2 de paneles fotovoltaicos, todos ellos integrados en la cara sur del tejado, y 350 m2 de suelo radiante solar, distribuidos entre la planta baja y la primera del Orri y del Refugi.
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En el 2012, pedimos que se llevara a cabo un estudio para conocer el rendimiento del conjunto. Basado en los datos reales de 3 años de funcionamiento, demuestra que la instalación térmica produce una cantidad de energía suficiente para cubrir casi la totalidad de las necesidades de agua caliente y la mitad de las necesidades de calefacción durante todo el año. Por otro lado, la instalación fotovoltaica produce una cantidad de electricidad suficiente para cubrir aproximadamente la mitad de las necesidades. Asimismo, constata un consumo medio anual de 48 kwh/m2, cifra que corresponde al nivel energético A y nos clasifica como edificio de bajo consumo. Si añadimos que la piscina está calentada al 100% con el excedente de la instalación térmica, podemos decir que nuestro consumo de energía externa (propano, electricidad) se reduce a un tercio de la cantidad consumida por un edificio tradicional comparable. Todo ello gracias a la producción solar y a los esfuerzos para reducir las necesidades energéticas de la casa.
Desde inicios de noviembre de 2006, nuestro comprador y proveedor de electricidad es Enercoop, una cooperativa que trabaja exclusivamente con energía de origen renovable. Colaborando con ellos, apoyamos una iniciativa nacional que concuerda perfectamente con nuestra filosofía ecológica y nos aseguramos que la electricidad que consumimos es 100% verde.
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